Eficiencia de materiales: Las botellas cuadradas pueden ser más eficientes en cuanto a materiales en la producción, lo que reduce el desperdicio.

Reciclabilidad: Su forma uniforme puede hacer que el proceso de reciclaje sea más sencillo en comparación con las botellas de forma irregular.

Ahorro de espacio: las botellas cuadradas se pueden empaquetar muy juntas, maximizando el espacio de almacenamiento y transporte.

Estabilidad: Es menos probable que se vuelquen en comparación con las botellas redondas, lo que reduce el riesgo de roturas y derrames.